
Un padre cuya carrera de periodista acabó el día en que salió en la tele siendo violado con un micrófono y que para volver al negocio quiere hacer un reportaje de su hijo.
Un hijo al que hacen bulling sus compañeros de clase y que paga su frustración pegando a su madre con cientos de varas que guarda en su armario.
Una madre adicta a la heroína que descubre que si aprieta bien fuerte sus pezones chorrea leche y un día inunda la cocina.
La película promete mucho pero se queda en un intento de algo que podría haber sido la leche (nunca mejor dicho). Pero bueno, siempre nos quedará "Ichi the killer" para contrarrestar las numerosas decepciones que provoca Takashi Miike. No digo que la película sea mala, está chachi, sólo que no llega al nivel dela premisa y mucho menos al nivel de la nombrada película con el genial Tadanobu Asano en el papel del mítico Kakihara.
Drogadicción, necrofilia, coprofagía, incesto, una polla atascada en el chichi de un cadaver debido al rigor mortis, psicopatía y el jodido product placement de leche Puleva mezclado con humor negro hacen de "VISITOR Q" una de esas cosas que te sueles encontrar en el cine japonés.
Y, ¿por qué no decirlo? Una de esas cosas que nunca encontrarás en el cine español porque las productoras de este país no apuestan por lo que rompe esquemas y mucho menos lo van a hacer ahora que el cine va a costar un pastón. Pero eso sí, la culpa la tiene la piratería, por supuesto...
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